¿Es real la adicción al sexo? Actualmente existe una controversia sobre esta adicción y, según un estudio, ésta podría tratarse unicamente de un subidón de la libido. La adicción al sexo se suele diagnosticar a personas que no tienen control sobre sus impulsos sexuales y que, debido a ello, han sufrido consecuencias negativas de importancia en su vida, como pérdidas económicas, problemas en la vida familiar o, incluso, el divorcio.
Estos individuos, además, no tienen la capacidad para modificar sus hábitos. Sin embargo, un estudio de la Universidad de California, Los Ángeles, sugiere que los que padecen la adicción al sexo podrían ser , simplemente, personas con la libido alta sin más.
La investigadora Nicole Prause, que fue quién encabezó el proyecto, estudió las respuestas cerebrales de 51 personas teóricamente con adicción al sexo mientras en una pantalla podían observar imágenes tanto neutrales como de temas sexuales. Los resultados obtenidos no relacionaron las respuestas del cerebro de los candidatos con la hipersexualidad más de lo que lo hace una alta libido.
La existencia de esta hipersexualidad o adicción al sexo crea una controversia hasta tal punto que no se incluye en el nuevo manual de desordenes mentales para diagnóstico y estadística, aunque algunos profesionales de la medicina lo consideran una verdadera condición real.
Robert Waiss, fundador del Instituto de Recuperación Sexual, cree que la adicción al sexo es una condición biológica o psicológica del ser humano, normalmente desarrollada como respuesta de dicho individuo al abuso emocional, físico o sexual en los primeros años de su vida.
Para la especialista, Chris Samuels, cofundadora del Instituto de Tratamiento y Entrenamiento para la Adicción Sexual, la adicción al sexo ha sido trivializada y muy mal interpretada por toda la sociedad, además de ser mal diagnosticada, por lo que actualmente se ha convertido en un problema no solo para el individuo y a su familia, sino a la comunidad en general, incluyendo instituciones médicas, políticas y el sistema judicial.
Es necesario afrontar la adicción al sexo como una enfermedad devastadora, como es evidente si observamos las vidas de los individuos que la padecen. Igual que las adicciones al alcohol o a las drogas, la busqueda del sexo se vuelve el objetivo central en la vida del adicto y, cada vez, se necesita más sexo, perdiendo el control de su comportamiento.